CELOS CON NUEVO HERMANITO

 

¿A qué llamamos celos?

 

     Se puede definir como la supuesta y sentida desafección que sienten los pequeños, en especial de la madre, con la llegada de un nuevo hermanito. Los celos con nuevo hermanito los sufren más frecuentemente los primogénitos, los sobreprotegidos y los que se llevan bastante diferencia de años.

     El niño quiere tener la misma atención que tenía y que ahora es compartida. Posteriormente se puede convertir en una rivalidad por los padres. Son normales, universales e irán desapareciendo a medida que el niño se haga mayor.

     Los padres deben ocuparse de que la “normalidad” sea eso y no vaya más lejos, no va a perder su sitio ni va a tener menos cariño.

     Cada niño es diferente y su percepción del reparto de atención y privilegios entre los hermanos por parte de los padres.

     En muchas ocasiones la respuesta de celos es exagerada, prolongada en el tiempo y causa gran malestar y deterioro en las relaciones familiares. Es en estos casos cuando se necesita la ayuda de un profesional.

     También puede ocurrir que las conductas celosas, interesadamente, sean aprovechadas por ellos para obtener ciertos privilegios a favor.

     En aquellos hogares donde los padres adoptan un estilo abierto, comunicativo, de igualdad de trato (dentro de cada edad), de afecto compartido, sin establecer comparaciones entre hermanos y sabiendo destacar lo mejor de cada uno, es donde se pueden minimizar los riesgos de celos. Cuando los padres son pacientes y compresivos los hijos se sienten más queridos y tendrán menos razones para estar celosos.

 

Como se manifiestan los celos:

• Contra el hermano: de manera directa –> “no tenía que haber nacido el hermanito”; o de manera física –> quitándole juguetes, empujándolo, pegándole …. (sobre todo cuando el pequeño no está acompañado).

• Desobedeciendo, llevando la contraria o con actitud desafiante hacia padres y compañeros.

• Creer en la predisposición al enfado con él. Manifestando su infelicidad, no sintiéndose lo suficientemente querido. Llorando sin motivo.

• Alteraciones en los patrones de sueño.

• Negar sus errores y culpar a los otros de sus problemas, especialmente al hermano.

• Volverse a actitudes regresivas: queriendo volver a usar el chupete, el pañal, pidiendo ayuda para comer o asearse, haciéndose pipi … Cambios en la expresión verbal y gestual. Hay que negárselo con firmeza, pero sin darle mayor importancia, sin humillarlo.

• Cambios de personalidad: Reclamando excesivamente a la madre, aislándose, hablando poco, comportamiento social anómalo.

 

Cómo evitarlos:

 

• Desde el embarazo es conveniente explicarle qué va a pasar. Hay que hacerle partícipe, llamarlo “nuestro bebé”. Empezar a quererlo y cuidarlo. Facilitarle asistir a alguna ecografía, que oiga sus latidos y note las pataditas. Que colabore en los preparativos y que opine.

• El día del nacimiento intenta llevarle al hospital para ver a su hermanito y a la mamá. Lo mejor sería que se encargara el papá de esta visita y tener un ratito íntimo de la familia. Podemos tenerle un regalito en el hospital que le ha “traído su hermanito”.

• Una vez en casa expresarle la alegría de que todos estemos ya de vuelta. Hay que permitirle tocar al bebé, acariciarlo, mimarlo y dentro de sus posibilidades que ayude (como un juego y sin enfadarse si se equivoca).

• Los regalos al bebé son delicados. Llegado el caso incluso compensar el presente.

• El niño tiene que saber cuál es su rol en la familia y tener claro que no va a perder su sitio.

 

Momentos clave en la aparición o rebrote de celos:

 

• En el nacimiento.
• Durante el destete.
• Cuando salen de la habitación de los papás.
• En la etapa que logran el control de esfínteres.
• Cuando entran a preescolar.

Es necesario establecer una estrategia para ayudarle.

 

• Es fundamental equilibrar el trato con los hijos, no hacer comparaciones pero tampoco ocultar el cariño que se le tiene al bebé.

• Intenta no cambiar la rutina acostumbrada y no alejarlo de la madre. Estar en la mesa con él, compartir merienda y permitirle que se arrulle en tus brazos.

• Edúcale para compartir. Esta tarea es más difícil cuanto más pequeño es ya que quieren que el mundo gire en torno suyo. Compartir un juguete, por ejemplo, y disfrutar de la experiencia grata de jugar juntos.

• Enséñarle con sutileza las ventajas que tiene ser el mayor comentándole nuestra experiencia de cuando éramos pequeños.

• Dale relevancia a sus habilidades particulares y talento. Incitarle a que ayude en las tareas de la familia, cuidando a su hermanito … pero sin exigirle en exceso. Él tiene que tener su protagonismo y sentirse importante.

• Busca el tiempo para actividades y juegos en común. Trasmitirle que se le quiere. Buscar la calidad más que la cantidad de tiempo.

• Favorece la relación con niños de su edad. Aparte de distraerse potenciamos su socialización.

• En episodios de celos (desobediencia, rabieta …) debemos de tratarlos con calma, manifestar nuestra decepción y no darle la atención buscada. Si suponen una reclamación de carácter emocional, una vez calmados, razonar con él lo ocurrido (según su edad y no siempre funcionará). Su comportamiento es síntoma de su malestar. Hay que ser capaces de compensarlo cuando su conducta sea positiva.

• Hay que darle la oportunidad de que exprese su malestar.

• Edúcale emocionalmente: a soportar frustraciones, alegrarse por los demás …

• Es bueno hablar con él de este sentimiento. Que vea qué le pasa y que es natural. Que tiene confianza con sus padres para solucionarlo. Se sentirá mejor sabiendo que a otros también les pasa. Decirle que sus celos desaparecerán con el tiempo.

• Enséñarle a solucionar los problemas entre ellos (si la edad lo permite). Si hubiese que mediar hay que escuchar a las dos partes, es bueno que se expresen.

• Intenta no regañarle o enfadarse con frecuencia.

• No hacerle prometer que se va a portar bien.

• Es más eficiente destacarle sus éxitos que reprenderle por lo negativo.

 

Si la familia es emocionalmente estable y equilibrada, la etapa será superada sin mayores problemas y evolucionará en una relación amistosa entre hermanos.

 

 

 

Celos con nuevo hermanito

 

 

 

FUENTES

 

Asociciación Española de pediatría http://enfamilia.aeped.es/

Psicología y pedagogía Blog http://psicopedagogias.blogspot.com.es/

http://www.psicodiagnosis.es/

 

Imágenes bajo licencia Creative Commons

 

 

 

 

 

 

 

 

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